Voy a poner a prueba mi inspiración...
Comienzo por escribir
a ciegas
sin luces
con tan solo un par de estrellas
que titilan
y a lo lejos destellan,
que bellas.
En el firmamento
una luz que alumbra
bajo la bruma
se me hace raro,
sin luna,
esperen un segundo ,
vuelvo a observar,
detallo y reparo,
es verdad
algo raro.
Siento un helado
en el ambiente
como si el polonorte
nos hubiera prestado
grados bajo cero
para apagar el fuego
que se respira por estos tiempos
en el planeta de mi ruego.
Vivo a unos kilómetros
de la civilización,
pero les confieso,
hay un silencio ensordecedor,
me abruma
me inquieta
me hace inspirar
estas líneas
de locuras a oscuras,
se podrán imaginar
me lanzo a intentar.
Se percibe una sensación mágica
nunca antes vista,
o más bien,
analítica,
de esas para aprovechar el andar,
no quedarnos sin dejar de pensar
o como muchos hacen,
se acuestan a dormir
sin permitirse soñar
un poco más
de verdad.
Me gusta mucho escudriñar
apelar
aprovechar del tiempo
una y mil veces,
buscar la verdad.
Observar el firmamento,
detenernos un segundo
ver más allá,
no quedarnos quieto
seguir indagando
preguntado
actuando
explorando, no divagando
sin aburrirnos
y pensar sin sentido,
utilizando esta estancia
en esta galaxia,
dejar un legado
de esos que trasciendan,
dejen huella.
Llámalo como quieras,
sueños, metas
o fines que se esfuman
como cometas.
Hazlo bien
no temas,
explora
y explota tus talentos,
muéstralos al mundo,
deja ejemplos
vive lo bueno.
Es tu legado,
tu libro,
tu hijo,
tu árbol,
tu pintura,
tu canción,
tu arte,
tu cuento.
No lo dejes a un lado,
atrévete ya
adelántate al tiempo,
gana un espacio
disfrútalo entero,
sin desperdiciar
segundo, milésimas,
son solo estigmas,
desmárcate,
aflora y suéltate.
Déjate llevar,
el viento a favor
y tus alas dispuestas
a verte volar.
Como el gran cóndor de los Andes,
el águila
o la mejor de las aves
que avivan respeto,
grandeza,
poder del sabio
que teme al Señor
sigue el legado
apunta al cielo.
HELIOS MAR
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