2.3.20

DESPUÉS DE ELLA SIGUE EL CIELO (poema de amor)


V.O. Ciudad Parque - Febrero 28 de 2020  - 
Hora: 4: 03 p.m.


Después de ella
sigue el cielo,
no puedo ocultar
que con tan solo observar
una y mil veces su rostro y su mirar
me cautiva adentrarme a pensar
que estará haciendo
en el mas allá.

Esa majestuosidad
que Dios hizo en ella
para convertirla en doncella
mujer bella
obra de arte
y la mejor de sus estrellas.

No alcanzo a comprender
la intención maravillosa
del Padre Dios,
al establecerla
en este planeta,
cuando su belleza
trasciende
en su resplandor
a millones de años luz.

Es una sensación extraña
que me ataña,
al pretender entender
el porque de su presencia
en mi memoria
que por mas que lo intento,
lo intento y lo intento,
no se borra.

Quisiera poder olvidarla
hacerme la idea que es imposible,
que no existe,
un espejismo,
algo invisible,
¡hey man!, acéptalo
se torna increíble,
irreversible.

Por mas que lo intento
algo interno me dice,
me hace sentir
está aquí
y es ciertamente posible,
vive todavía en mi.

Las casualidades no existen,
el propósito y la intención
están allí y ríen,
se hacen visibles,
se agudizan
se angosta el camino
y es solo la luz
quien te ilumina el destino.

Aferrarse y arriesgarse
serán la puesta en marcha
de esta gran avalancha,
sentimientos van y vienen
siento que su alma me idolatra,
es un vaivén que no se detiene,
el tic tac de un reloj en conmoción.

Mal haría ahora,
si quien en este instante te añora,
no tomara el riesgo
de conquistarte en otrora,

Me siento seguro de ti,
de que en realidad eres para mi
sin importarme que te alejes,
no me aceptes
o simplemente me dejes ir.

Naciste para mi,
y no dudaría un segundo
en intentar convencerte
que debemos seguir,
juntos, de la mano
en un solo porvenir.

Me atrevo en este bello instante
volverte a insistir,
sin haberlo intentado antes
solo me  deleita escribir:
Espero tu respuesta
mucho antes de poder partir,
que me hables y te escuche
es suficiente para mi.

Después de ti
sigue el cielo
y eso me permite trascender e insistir,
nunca podré alejarme
si ante el firmamento
tu y yo somos un solo existir.

HELIOS MAR