Villa Olímpica, Ciudad Parque | Colombia | mayo 29 y 31 de 2021 |Hora: 12 y 3: 35 a.m.| A mi amada Colombia|
se me manifiesta mi alma
en agrías lágrimas
que no puedo controlarlas.
Observar y escuchar
durante décadas
que la paz
que la paz
que la paz.
¡ya basta de tanta maldad!
no se cansan de jugar con la verdad,
¡Hipócritas!
que juegan a decir ya no mas,
cuando son ellos mismos
los causantes de tanta crueldad.
Se escudan entre potestades
profesiones de distinción
que solo afloran
mala intención.
No son capaces
de decir la verdad al país,
cada día
se les crece mas la nariz.
Nisiquiera se parecerían a "pinocho"
ya que este era de madera
y su cuento nunca igualaría
al del chavo del ocho,
quien nos hacia reír
contando sus problemas
y llorando y llorando
se refugiaba en un barril
ocultando sus dilemas.
No se trata de solo quejarse
y luego simplemente huir
todo un éxodo reinante
sin pretender inmiscuir.
La Nación merece respeto
y quienes habitamos en ella
para conservarla
debemos ponerle orden
y organizarla.
No pretender entregarla
a bastardos
que mañana
nos la vuelven una nada,
la saquean
se hacen mas ricos
típicos hijos de mal habidos,
políticos que han jurado Patria
y songo sorongo
luego se hacen los locos
se convierten en hongo.
Siguen pidiendo votos
y perpetuándose en el poder,
la vergüenza la perdieron
cambiando de partido
y sus mujeres ni cuenta se dan
ya que siguen conservando el estilo.
Sería sensato
que reflexionaran un rato
le buscaran solución a lo ingrato
que se han portado
durante todos estos años,
poner las cartas sobre la mesa
y devolverle al planeta
la paz y prosperidad
que tanto se anhela.
De que les sirve
seguir acumulando riquezas
cuando la prioridad
es llegar a subsistir
importándonos la humanidad entera.
Paremos ya tanta crueldad
hipocresías que vienen y van,
egoísmos que no nos llevan
a compartir del mismo pan.
Para que tanta mortandad
si al final
no nos vamos a salvar
la justicia divina nos ha de esperar.
Creyentes o no
Dios nos creó
y de su juicio
sonará la mejor canción,
trompetas y shofar
habrán de sonar,
la apertura de los cielos
en Apocalipsis está.
¡Basta ya de tanta maldad!
la sangre y los odios
no nos llevan a más
por el contrario
restan una vida
que hoy lloramos
mañana se olvida.
¡Hagamos la paz!
y amémonos de verdad,
de que nos sirve
el tanto odiar
si al final
con solo una sonrisa
y una mano a estrechar
todo vuelve a la normalidad,
y aquellos que amamos la paz
volvimos a triunfar,
pueblo de Colombia y la humanidad:
Dios es nuestra verdad,
¡Hagamos la paz!
HELIOS MAR
