Cielos abierto rumbo al país del norte | diciembre 28 de 2021 |
Hora: 2: 22 p.m. |
Hoy no es un día como cualquier otroque hubiera preferido antes,
es de esos días donde se entrelazan
emociones y sentimientos
pasiones y anhelos.
Como siempre y en eternidad
Dios actuando sin menoscabo,
Él hace de las suyas en nuestras vidas,
las maneja a su antojo
y para sus propósitos en nosotros
nos empuja sin taparnos un ojo.
Se encuentra uno con despedidas
personajes de nuestras vidas
pregunta aquí
respuesta allá
todo sale por fluidez existencial.
Sientes tranquilidad
asimismo respiras paz,
¡no lo dudes!
Dios te la da.
Hay una hermana
que expresa quererse bajar,
de inmediato sale de mi
esa oración interior
que la invita a calmar.
Le pido a mi Padre que la tranquilice
y ponga en voz de quien la atiende
que le exprese palabras precisas
que le lleguen al alma,
le pido a Abba que le perdone,
que le transforme
y que moldee en su mente y en su corazón,
una nueva actitud que trasmita amor,
¡aleluya!
Dios nuevamente,
ella atiende y calma,
se vuelve a sentar
y luego todos a elevarnos sobre el mar.
Son de esas vicisitudes
que es imposible evitar
se llevan a cabo
para explorar y mostrar.
Observo como desde los cielos
el mar se convierte en universo,
se divisan estrellitas que titilan
entre el azul y ellas son blancas
de esas que cautivan,
se ven con vida,
como si nos hablarán
y luego se van de ida
parecido al "mar de las risas"
recuerden: ¡existe!
en Puerto Velero cerca de Barranquilla.
Ya huele a café
y nuestra hermana
pasa tranquila, sin prisa
ya Dios hizo magia en su vida.
Miren como va todo fluyendo
y yo viendo
por encima de las nubes el firmamento,
nos dirigimos al país del norte
en busca de cultivar, sembrar
y ante todo evangelizar,
la familia y nuestros hermanos extranjeros
nos necesitan,
una palabra,
un aliento, un gesto,
el amor de un padre por su hijo
que no permite remiendo.
Espero con anhelo llegar
y que se me permita ingresar
amar, amar y amar,
evangelizarlos
y dejarles la semilla
que solo Dios permite
para salvación y eternidad,
Dios habite y bendiga por siempre
desde Jerusalén al país del Norte y al planeta
adonde he llegado con mucho amor,
si, amor de Dios,
a evangelizar.
HELIOS MAR
