4.5.20

MIEDO A LA NADA (pasaje poético)


V.O. Ciudad Parque - Mayo 3 de 2020 - 11:33 p.m.

Mereciéramos  como mas palabras que decir, pero a veces nos portámos muy cortos a la hora de expresar sensaciones a nuestros hermanos amados.

No culpo a nadie,  la verdad somos seres imperfectos y así lo he entendido siempre,
algunos expresamos de una manera, otros de otra, y eso debemos entenderlo y aceptarlo, es así de sencillo, nos equivocamos.

Aunque no me es ajeno expresarlo a ti,
que eres mi princesa, y sé, que te amo
con todas las fuerzas
de mi corazón, desde el primer día
que permití que entráras a mi;  a pesar de la distancia y las circunstancias de la vida, que he aprendido a través del amor a Dios por sobre todas las cosas, que debemos amarnos y no ahorrar esfuerzos en trasmitir de ese amor,  a todos los seres que Dios nos coloca de frente, para sus propósitos, eso lo tengo claro, aquí presente.

Alguna vez, también  fui seco, parco y alejado de las personas, me costaba mucho expresar palabras y sentimientos, no sabia decir te quiero, te amo, me costaba mucho y hasta pena sentía, algo alocado, extraño, siento melancolía.

Pero le doy gracias a Dios, por haberme dado una a una, cada lección de vida por ganar en amor, Él me fue enseñando así, de esa manera, bajo su temor.

Ahora, asimismo, como he aprendido a amar a Dios por sobre todas las cosas y la manera en que al amarlo a Él primero, me enseñó a amar a mi prójimo como a mi mismo, es que he podido idearme muchas maneras de poder llevar Roca Fuerte: LA PALABRA a mis hermanos en el mundo a través de las redes sociales,  con una Iglesia virtual, única en la existencia con sede en los cielos, ya que si creo de verdad, debo hacer la sede en los cielos, única meta para poder concretar la fe en Dios Todopoderoso, no hay otra distinta, si creo en Dios, debo creer en que es un ser sobrenatural omnisciente, omnipresente y omnipotente, sino creo en ello, me estoy engañando a mi mismo y por ende al Padre por pensamiento, obra y omisión.     

A que voy con esta pequeña introducción al amor y a la verdad, a que nada hacemos con decir que seguimos a Dios, sino lo sentimos en lo profundo de nuestro corazón. A Dios debemos sentirlo de verdad, verdad, no esperando a ver que puede suceder o pasar para poder reaccionar, eso no es así. En este momento, todos en el planeta estamos esperando a que todo pase y volvamos a la normalidad, pregunto: ¿Cual normalidad? ¿El desastre de vida que llevábamos? sin un propósito claro hacia la verdadera Guía Espiritual, pretendiendo ser los dueños del mundo y querer ser más que otros y sin sentido.

Buscando riquezas y haciendo obras en el planeta que de un tajo se van al piso, porque no son otra cosa, que creaciones vanas y obsoletas, Dios juega con nosotros, nos permite ser felices, para ver hasta donde llega nuestra incredulidad, que solo Él nos la increpa, conoce.

Perdimos el rumbo hacia la luz, estamos camino a la oscuridad y queremos seguir caminando rumbo a ella, muy a pesar de que Dios nos está brindando la oportunidad de arrepentirnos y cambiar, apuntar al cielo y clamar, avivar, alabar, ¡Abba Padre! Eres tú, Él único que nos puede guiar, escuchamos tu voz, ¡no tardes! no permitiremos mas intromisión, ayudamos a sobrepasar esta unión en casa, que por ser no habitual, anonada, transgrede, nos confunde, nos hace sentir miedo a la nada. Amén.

HELIOS MAR

No hay comentarios: