Barranquilla, D.E. Colombia | Febrero 27 de 2025 | Hora: 8: 57 p.m.
Estoy
en un momento de mi vida
que cualquier ángel hermoso
que se me aparezca
me cautiva
me enternezca.
Aquí estoy,
tranquilo
sin sigilo,
esperando un bus,
observo y respiro.
Delante mío
una inquieta damisela
que danza de impaciencia,
se mueve y gira
su pelo se ensortija
parece un imán
trasmite energía
de esas que te emotivan
impacientan
cautivan.
Lo ponen a uno eléctrico
se sobrecarga la batería
te inspira alegoría
como cuando te levantas
y amaneces con vida.
Así es la vida
fluctúa
y uno actúa,
se va acoplando
a lo que sin pensar
aparece sin cesar.
Les confieso
fue algo real,
yo seguía allí
sin pensar más allá.
Llega el bus
se reducen los espacios
y mi deber
era proteger
a ese ángel
que el destino
me había enviado
sin atino.
Lo hice
y ella,
entro sin maltrato,
yo casi me quedo,
se cerró la puerta
después de un gran esfuerzo,
¡lo logré!
ella tranquila
me mira,
se sonríe,
agradecida.
Que mas quería,
misión cumplida
toda una labor
casi que "suicida".
Luego,
no todo termina
venía la huida,
ella se descuida,
debía salir,
de inmediato
le dije,
tranquila
yo estoy aquí.
Le abrí su espacio
se pudo ir,
y yo allí,
cumplí mi labor
con ahínco
con fervor,
esa fue mi gran emoción,
toda una misión.
Su recuerdo,
muchos de sus pelos
se apegaron a mi pecho,
y algo muy importante,
muy significante,
su aroma de ángel
que sin presumir
me acompañaron hasta el dormir.
Acá les dejo este relato
que sin mucho atajo
se me presentó
en una noche sin relajo.
Fui el protector
de un ángel hermoso
que sin control
se me apareció,
me cautivó
me inspiró
me hizo protegerla,
que bella,
sin llegar a tenerla.
HELIOS MAR

No hay comentarios:
Publicar un comentario