7.2.18

CIELO NUEVO Y TIERRA NUEVA | POEMA ORACIÓN | HELIOS MAR

 
Villa Olímpica, Ciudad Parque, Colombia | Febrero 7 de 2018 | 
Hora: 1:15 am 


Se siente un vacío
y ni una lagrima a de salir,
es un sentimiento único e indescriptible 
solos tu o yo, podríamos descifrar la nostalgia
que produce el fallecimiento de un ser amado,
o tal vez de igual forma a uno que nisiquiera conocimos. 

La tan llamada muerte terrenal
es solo un pare en seco, para algunos,
o un pare esperado, para otros, 
que nos pasa factura por nuestro vivir espontáneo 
en una vida que debe basarse única y exclusivamente
en los mandamientos de la ley de Dios, 
nuestra venida a la vida o partida, 
no proviene porque si, 
tampoco porque no, 
nuestra partida esta bien escrita, 
y solo nosotros 
somos los encargamos de imprimirla, 
sea para el bien
o sea para el mal, 
sea esta por ser hacedores de la palabra, 
o simples y conformistas oidores de ella, o tal vez no. 

Escuchemos bien, 
prestemos atención,
es fácil y sencillo de aplicar,
el permitirnos creer en Dios, 
leer, asimilar y trasmitir sus escrituras, 
interpretarlas para el bien de la humanidad,
amar al Señor Todopoderoso 
por sobre todas las cosas de la tierra, 
amarnos a nosotros mismos 
y con igual intensidad y ahínco a nuestros hermanos.

Hablar y orar a diario 
ante el altar de nuestro Abba de los cielos, 
en esa búsqueda por encontrar respuestas 
a nuestras misiones por cumplir mientras vivamos;
no permitamos desfallecer en el primer intento,
instamos una y otra vez a nuestra alma y a nuestro ser, 
hasta que nuestra fe 
supere el tamaño de un grano de mostaza. 

Acrecentemos siempre en la fe, la esperanza y el amor, 
mejoremos nuestras relaciones humanas, 
observemos alrededor y aprendamos a ser tolerantes, 
utilicemos nuestra inteligencia, profesión y actividad aprendida, 
con el único e inamovible fin, 
cual es, el agradar a Dios Todopoderoso,
no olvidemos que Él nos observa y hace parte de nuestros pensamientos, 
Él espera lo mejor de ti y de mi. 

Entendamos que las enfermedades, desmanes e infortunios 
se basan en su gran mayoría 
en la desobediencia y el pecado sin redimir, 
hasta el linaje se ve comprometido, 
pero alto, todo tiene un fin, 
una razón,  una circunstancia y una explicación divina, 
no todo lo que nos cause un mal rato o una perdida, sea un mal del todo.

Aprendamos a soportar el peso de la existencia, 
seamos fuertes y no débiles, 
buenos y no malvados, 
inteligentes y no soberbios, altivos o prepotentes, 
edifiquemos en Cristo Jesús, 
aprendamos a ser como Él, 
sigamos sus pasos
y permitamos que su magnificencia 
y poder nos invada 
para que nuestra actitud hacia la vida diaria sea la mejor, 
como aquella que entrega 
y trasmita ganas de vivir, de ser feliz, 
disfrutar de los momentos, servir con agrado, 
ayudar, contribuir, socializar, 
y así poder merecernos, vida eterna, de ensueños, 
en cielo nuevo y tierra nueva. Amén. 

HELIOS MAR

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