V.O. Ciudad Parque - Diciembre 26 de 2018
Hora: 1: 25 a.m.
Porque no puedo tenerte
si desde que te conocí
supe de inmediato que eras para mi,
es imposible lograr contradecir
algo que el destino
tenía marcado para que fuese así.
Te he dejado ir
por una y mas de mil,
podría contar cada segundo
en el que nuestros cuerpos
han dejo de existir,
solo por el hecho
de no estar cerca el uno del otro
y respirar el mismo aire
como cual rebaño en un mismo redil.
Debo hacerme notar
y gritar a los cuatro vientos
lo que hasta el día de hoy
sigo sintiendo con mucho apego por ti.
No me hagas preguntas
o te sigas burlando
cada vez que te encuentro de nuevo
para verte sonreír,
sabes muy bien lo que siento
y tu cuerpo transpira
de esa misma clorofila
con tan solo acercarme a darte un beso,
quisiera mas
y eso es imposible
dejarlo de sentir.
Cual es la valiosa razón
para tenerte sin control
¿seguir esperando que hagas
lo que te de la regalada gana?
¡esta bien!, lo acepto
pero recuerda
que todo tiene un tiempo,
precioso,
ansioso,
que augura
poder tenerte para siempre,
lograr el cometido
organizar la casa y planear
lo que por tus "ganas de vivir"
se ha extendido,
hemos dejado de existir.
¡Ya basta! de buscar
o esperar riquezas
que no van a aparecer
por tu disidente
falta de nobleza,
ablanda tu corazón
has que se depure por razón,
déjate llevar por la emoción
permítele entrar en tu pudor,
se acostumbra
y se vuelve natural,
como el estupor.
Deja de presumir
que existe otro como yo,
acéptalo,
asúmelo,
no te desgastes
ni busques mas;
mi amor sonríe y se regocija
cuando sabe de ti
te ve y se ilumina mi ser,
se hace migajas
chispitas con sabor a miel,
se me endulza la vida
y vaya que si a de ser,
me gusta tu manera de ver,
pasan los años
y apresúrate
que el encanto podría desaparecer.
Prefiero aceptarte ahora
que todavía me enamoras
poder aguantarte luego
cuando se pase tu hora,
pero para mi fue suficiente,
esperarte aquí sonriente,
logré mi cometido,
aguardarte luego de la aurora,
contemplarte elocuente
llevarte al altar
aquí, junto a ti, de la mano,
muy cerca de las olas.
HELIOS MAR
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