A Natalia – Bogotá, D.C. - 19 de Junio de 2010- 2012
Hora; 12:35 a.m.
Y pensar
que te tuve entre mis brazos
y pensar que me
tuviste tu también en ti
nunca imagine que ese instante se retratara en un
flash de vida
y que ese mismo rebobinara un gran momento de cielo y
sonrisa.
Te confieso que me alegro remembrar adolescencias mil
al lado de mi sangre, hermandad, familiares y amistad,
no dejo de tararear y cantar al unísono cada derroche
melodioso
que me hiciste
sentir, delirar y volver a revivir.
Aunque la vida no permitiera conocernos y hablarnos
puedo estar contento por haberte tenido entre mis
brazos y yo en los tuyos
bailando una y otra pieza que trasmitían voces que
nuestras palabras no alcanzaban a pronunciar,
tal vez, solo basto ese ruido ensordecedor que nos
arrullo y arrastro hasta la cumbre de nuestros sentidos.
Todavía te recuerdo y presiento tenerte entre mis
brazos
fue algo mágico, un cosquilleo raro químico que me
invadió, que me arrastró,
podría decírtelo: Me atropello, me hizo sentir muy
bien, me elevo contigo en un solo avión;
ese mismo aparato volador que ha querido aterrizar en
ti
y volver a construir ese mismo instante, máquina del
tiempo o un volver al pasado
donde me atreviera a conquistarte allí mismo,
y sin mediar palabra volver a bailar, atraparte y no
dejarte ir,
ahora sí, retratarnos en un flash de vida que nos
viera unir, que sensación es volver a sentir..
HELIOS MAR