Cada cuál
con su cada quien,
a veces pensamos
que la persona a nuestro lado
es la indicada,
resulta qué
es solo un instrumento
para aprender
a no depender.
Todo tiene una razón de ser,
nada es casualidad
está escrito en la eternidad.
La suerte
no es suerte,
es lo que a de venir
antes de la muerte.
Nada es casualidad
está dado por la deidad.
Esa fuerza sobrenatural
que nos domina
y hacer sentir
como la dopamina.
Expresión de las emociones
que cuando te cuestiones
es mejor detenerte
interiorizar
aprender a conocerte
dejar de ser demente.
No continúes tu vida como el helado
que sin refrigerar
se derrite sin exagerar
el dulce se incrementa,
en el paladar inquieta
decepciona,
su sabor traiciona.
Es mejor aceptar la realidad
permitirse ser feliz
sin lastimar a nadie más,
aceptar que hoy estamos
mañana dudamos.
No es por maldad
es la verdad,
libertad sin atar.
Mas bien
buscando,
algo extraño
que rompa esquema
nos convierta en teorema.
Una razón más
para decirle al planeta
que entre tu y yo
es más que una ilusión,
es realidad pura
evolucionada desde la locura.
HELIOS MAR
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