En los aires de Bogotá a
Riohacha
Abril 15 de 2015 - Hora: 3:45 pm
Es un mundo de maravilla y figuras fantásticas
donde uno es el dueño de toda la imaginación que uno quiera
dibujar,
crear una, dos, tres, o cuantas historias y personajes puedas
tu pensar.
Aparecen dioses mitológicos, personajes bíblicos, santos de devoción,
héroes, superhéroes, caricaturas, zombis, animales de la naturaleza y hasta la
madre hermosa de uno le aparece, y como no, si también es nuestro cielo, mar y
vida entera.
Es sublime y elocuente como la creación del todopoderoso
te sorprende con estas plantillas arriba de la vida,
como si existiera otro espacio sideral al cual se deba
admirar, elogiar y es así,
y que bien se siente, causa intriga y ganas de seguir
viviendo,
buscarle sentido a la
vida en momentos de dificultad, echar palante,
no dejarse, contar ovejas y soñar despierto.
Aunar en consideraciones que la existencia le hace preguntar
a uno
cómo, cuándo y porqué, dónde, con quien, para que y el porqué
de la estancia en este paraje
dilucidado de incertidumbres y cosas bellas en la vida,
como cuando se te parece tu personaje indicado,
príncipe o sapo azul, doncella o meretriz bien plantada,
que te satisface, ilusiona y agobia hasta la saciedad entre
el romance y el buen arte del sexo incontrolable,
ese mismo que vuelve el mundo un ocho, una manera
significativa de hacer del amor y la libertad,
el mejor de los dúos o binomio del arte de vivir.
Me parece encontrarte entre las nubes
y adentrarme en cada una de ellas,
buscarle la forma y el sentido a nuestras ilusiones,
sueños, esperanzas, metas y tareas por realizar.
Entre las nubes estoy y en ellas he de parar, ahora, sin
vacilar,
me detengo y no lo puedo dudar, aprovechar el tiempo y poder
volar,
pegado a ti, sin ti no hay final.
HELIOS MAR