Les confieso algo muy bello,
hoy me encontré
una de las miradas mas tiernas
que jamás habría visto
en existencias eternas.
Fue algo fabuloso
que todavía recuerdo
se quedó impreso
mi mente rebobina
y es ella, divina.
Me atrevo a escribirle
para que se acuerde
y cuando lea este poema
llegue a meditar
y me busque,
me repita esa mirada,
se pregunte:
¿Eres tú el mismo
quien me enamoró
sin decirme nada?
¿Eres tú el mismo
quien me insistió
siguiendo el clamor
del amor
sin pretender dolor?
¿Eres tú
poeta encantador
quien me hizo el amor
sin pudor
a plena luz del día
con la plaza llena
y sin vigía?
¿Eres amor de mis amores
el único verdadero hombre
que sin ponerme un tacto encima
se atrevió a extasiarme
hacerme sentir mujer
y revivir la sensación de amarme sin pretender ser?
¿Eres tú,
señor de señores,
amante del buen arte
el hombre que esperaba sentir,
encontrarte en algún aparte
amarte
enamorarme
que te enamores,
te emociones
me hagas canciones?
¿Eres tú,
hombre de mil amores
que con tan solo observarme
me abordo sin control
me enloqueció
me hizo revivir
aquello que antes
había desaparecido,
se había ido?
Si, eres tú
quien sin pensarlo
me concretó
me embauco
me hizo revivir
un amor sin control.
Eres tú
quien al encontrarnos de nuevo
me miras idéntico
sin menoscabo,
recuérdalo
tú y yo en el mismo lugar
observando
buscando
culminando
terminando
amándonos,
tan solo bastó
mirándonos.
HELIOS MAR
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