Villa Olímpica, Ciudad Parque, Colombia | Octubre 20 de 2019 | Hora: 2: 39 p.m.
Tan bonito que es el amor,
los buenos recuerdos
y las cosas vividas,
ellas también alimentan
nuestra presente vida.
Claro que es importante
observar el pasado
extraer de él,
el oro mas preciado,
los esfuerzos,
los momentos,
los anhelos codiciados.
Que sería de la humanidad
si no tuviéramos
ese bien intangible
dado por papá Dios
denominado memoria,
ese mismo
que nos permite
retrotraer circunstancias
inanimadas,
bellos recuerdos
extraídos de la nada.
Que sería de cada estancia
en la tierra
si de nuestra historia
no se recordara nada,
¿Que sería?
pregunta este autor, Helios,
que por cierto
hace reflexión poética
para que valoremos
y conservemos, dejemos
un legado aprendido
que por siglos nos ha cautivado,
el Manual de Vida por excelencia,
"La Biblia" nos expresa como la
palabra del Omnipresente,
Omnisciente y Omnipotente,
nuestro Padre Todopoderoso,
nos mantiene en su memoria,
nos ama por sobre todas las cosas,
somos su imagen y semejanza,
nos mantiene en su historia.
Es grato saber
que a pesar de los malos momentos,
guerras, bombas, autodestrucción masiva,
entre muchas otras desastrosas cosas,
Él nos brinda una oportunidad cada día,
nos perdona y permite una nueva vida.
No cree usted señor lector,
que en este preciso instante
desde su cargo, posición económica
u otra denominación,
desde donde usted cree,
podría aportar un grano,
una semilla que germine,
que florezca de generación
en generación, sume y multiplique
se convierta en un referente
que la gente mas adelante
enaltezca, en vez que critique.
Estamos para hacer el bien,
por encima
de que se nos interponga
el despiadado "mal".
Acudamos a dejar
en cada paso
una huella que marque
que se lea y observe bien
para los que venga detrás,
se fijen y exclamen:
Aquí paso una mujer o un hombre,
que bajo el temor de Dios
cumplió su legado, obedeció,
continuo sin pecado,
se propuso ser Santo, lo logró
y su premio, la Salvación,
se dejó llevar por el amor,
continuo sin opresión,
el Señor se lo permitió,
fue feliz
con paz interior,
luego murió,
pero no fue su fin
la eternidad lo esperó.
HELIOS MAR