Villa Olímpica, Ciudad Parque, Colombia |Agosto 1 de 2018 |
Hora: 2.31 a.m.
El amor duele para bien,
pero duele,
es inevitable no poder sentirlo así,
ese dolor que del corazón
pasa por todo el cuerpo,
te recorre tu interior
te hace cosquilleos,
sientes mariposas
luego posa y se reposa,
toma impulso
y se goza,
llega a tu mente
y te transforma.
Te hace ser feliz
te conmueve
te llena de gozo,
algunas veces
produce una sensación
de esas que a muchos
nos vuelve locos,
nos hacen avivar ilusión,
¡vaya que emoción!
Es una explosión de jubilo
que destella luces, pirotecnia
polvo de estrellas,
nos permite levitar
en estado vivo,
otras veces nos conduce
y nos lleva a constelaciones
desconocidas y bellas.
Nos hace soñar despiertos,
escribir poemas,
cantar canciones,
contarnos cuentos,
atravesando desiertos
subsistiendo de espejismos
sueños y hasta alucinaciones.
Conduce sin frenos
no permite que evacuemos,
su fuerza nos domina,
conspira, nos envuelve,
nos permite conocer
el sentido verdadero de la vida.
Su dolor es único
nos acostumbramos llevarlo,
aceptarlo, moldearlo,
disfrutarlo, acariciarlo,
jugarlo, a veces manipularlo,
contaminarlo de lo tangible,
recordemos que Él es intangible,
no permite verle,
solo sentirle.
Disfruta de su poder
en su máxima expresión,
cual obra de arte en tu exterior,
sonríe y demuestra que eres de Dios,
sin rencores, duda o explicaciones sin razón.
Así es el amor,
cuando se descubre
sin preguntas,
sin palabras,
solo gestos y miradas,
juega el tacto y el contacto
acercamientos sin permiso,
se conjugan sin aviso.
Atracción incontrolable
que atraviesa muros
y un reto inalcanzable,
nos hace sentir mas vivos,
nos acerca al cielo con fe
y millares de motivos.
Así es el amor
hermanos míos,
nos hace vibrar,
sentir, experimentar,
gritar y acoplar.
No olvides amar
con verdad,
te hace bien
y vivir en eternidad.
HELIOS MAR
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