Con
aprecio y respeto – en una conversación desde la distancia
El tiempo y algo de la desesperanza
Bogotá,
D.C., - Junio 14 de 2013 - Hora: 9:30
p.m.
Tiempos que llevo aquí,
incrustados
en un espacio único
reservado
solo para ti,
que
rebobinan alegrías, momentos de niñez
y
juegos aun muy metidos en mi,
que
arrullan mis sentidos
y
no dejan de dibujar perfectamente
tu
enmarcado rostro dorado, valioso,
que
hace juego con tu sonora sonrisa,
esa
misma que me permitió no olvidarte
y
atraerte hasta los confines de estos, nuestros días.
El tiempo y algo de la desesperanza
han
querido arroparte en instantes de pasajes vividos,
algunas
veces duros y otros como el sabor a guayaba agria,
refrescante
y gratificante.
Siento
mucho de esa rara nostalgia
al
saber que el pensamiento
te
atrajo a mi vida nuevamente
como
tu amigo o el ángel que en algún aparte me titulaste.
Te
lo estoy escribiendo en este preciso tú instante,
aquí
sin mediar palabra alguna
que
no refleje sinceridad y alegría por ti.
Saber
que eres madre y ternura a la vez,
que
crías y das la vida por tus hijos,
luchadora
incansable de ejemplo a seguir,
timonel
que direcciona en océano apacible
ese
gran barco que navega seguro y sin temor de naufragio,
seguro
de llegar al puerto anhelado.
Como
ese pensamiento de cuento y niñez
que
siempre te han rodeado,
amiga
mía, sépalo:
Te
pensé, siempre te busque, te imagine e idolatre,
hasta
que por fin te encontré,
que
felicidad hay ahora en mí,
me
satisface saber que DARLY está aquí,
niña
rubia, sonriente, igual a ayer,
no
cambies y se libre otra vez,
mi
DARLY, amiga de niñez.
HELIOS MAR
Darly dice: Amigo gracias, que chévere ser motivo de inspiración, te
mando un abrazo.