Ana Gabriel | Mazatlán, México | Septiembre 26 de 2007 | Hora: 8:15 p.m. | ¡Gracias mi vida mexicana!
Rosa tus labios,
rosa tu rostro,
rosa el color de tu vida,
rosa el color de tu camisa
envuelta en la mía,
mareada de aguas salobres.
Ese néctar
que refleja el jugo de
tus labios,
¿sabes? me provoca,
me provoca,
pero sinceramente
sin que pueda
rimar este hermoso verso,
me provoca tocarlo con los míos,
despacio, sin
causarles ningún dolor,
sentir de tu respirar
el gusto espacial de la
clorofila,
esa misma que me invade
cuando por fin
llego a la cúspide de
nuestros días.
Esos días que quisieran fueran hoy,
presente que enloquece
el ansia de
querer verte aquí vida mía,
abrazarte, consentirte,
hablarte al oído y decirte
de una vez:
...quisiera pedirle al cielo:
¡Ayúdame por favor!
deja que esta
mujer rosa de mi vida,
sea mía,
solo mía
hasta el resto de mis días.
HELIOS MAR
1 comentario:
me encanta un hermoso poema
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