A Cindy - En la
Plazuela
Bogotá, D.C., - Octubre 10 de 2013 - Hora: 6:15 p.m.
Quien
escribe: ELLA
¿Sabes?,
Tu representas una tentación para mí;
y ahora más que estoy sola,
en realidad, soy yo la que huye de ti…
tú me produces una sensación extraña
y eso no me gusta,
por ello trato de alejarme de ti y no verte.
Querías una respuesta coherente
ahí la tienes,
estoy “tranquila” y tú me inquietas,
quizás sea tu forma de hablar,
me seduce, y mucho.
¿Sabes?
yo solía ser una mariposa…
y he hecho lo imposible para cambiar eso,
ahora yo misma corte mis alas
y trataré en lo posible de mantenerlas así.
Tú alimentas mis alas
por así decirlo.
Quien responde: EL
Qué hermoso es escuchar
tan elocuentes palabras,
sinceras y profundas.
Lo significativo de las mariposas
es que además de ser hermosas y coloridas,
son libres y felices.
Te invito a que seas feliz y libre,
no le huyas a tu sentir sincero
que busca a gritos:
Vibrar, reír, bailar, vivir la vida.
No te vuelvas a alejar de mi,
prohibido olvidarme
me gusta escucharte,
hacerte sonreír,
tu presencia me hace feliz.
¿Qué sentido tiene una mariposa sin alas,
o un ser humano sin sentimientos?
así son las alas para la mariposa
o prefieres: ¿Oscuridad, tinieblas e incertidumbre?.
Quien no
ha respondido: ELLA
Silencio.
Quien sigue
esperando: EL
Nuevamente haces lo mismo,
partes sin dar aviso,
huyéndole a lo que te hace sentir,
en tu profundo interior
una sensación inigualable e indescriptible
que te transforma
de oruga a capullo
y luego en majestuosidad
convertida en mariposa inquieta,
que aletea repetidamente
jugando a ser libre,
amante de la buena vida
que le permita desnudarse
sin presentir vergüenza alguna.
Que vibra cuando el complemento del amor,
sentimiento, locura o ensueños,
se traducen en ti, bien profundo,
muy al fondo,
que permite llegarte
y desenfrenadamente brota ese hilo
o nacimiento de agua salobre,
que invade este ambiente entre los dos,
único, previsible, que nos convida
a la locura del buen sexo
y la lujuria, o al
contrario,
como el momento, los accidentes de vida
y la química mutua que aparece sin pensar.
No he vuelto a verte,
y el silencio hace eco en mis recuerdos,
se abruma mi memoria
y me trasforma en ese amante
Don Juan que quiero ser de ti.
No he vuelto a verte
y pareciera que el
mundo
callara un segundo
en duelo por tu presencia en mi.
Estaré esperando, raudo o apacible,
inquieto por verte,
se que llegarás a mi nuevamente.
Rompiste tus alas,
eso duele y sana,
pero rompisteis tus alas
mariposa colorida y libre,
las necesitas y volverás a mí
en este instante entre los dos,
para hacerte sentir, vibrar, vivir,
que ese hilo de aguas salobres
broten de tus entrañas,
esa magia única
que nos hace sentir feliz,
que nos compenetra
y engrana cada vez más y más
en un amar por morir.
Cortaste tus alas
y yo estoy para ti,
no puedes dudarlo, es así
amanecerás nuevamente
hoy aquí, muy metida en mi, con tus alas cortadas.
HELIOS MAR
