Para Andrea G.,
con cariño y admiración
Bogotá, D.C.,
desde las montañas de Suba
Noviembre 24 de 2013 – Hora: 4:56 p.m.
Cada
día estas más hermosa
no entiendo hasta donde
podrás llegar con tanta majestuosidad,
invade los sentidos,
anonada mi existencia,
inquieta mi vida
y me imagino al resto de la humanidad entera.
Tan solo el observarte
un pequeño instante,
aparece en mi mente
tu hermoso cuadro pintado
y enmarcado por siempre.
No he dejado de pensarte
te confieso, imposible poder lograrlo.
¡Ahora!, ¿Por qué ahora?
pregunta mi latir,
replico en respuestas,
suspiros que me enloquecen
tan solo pensar y responder,
eres tu nuevamente.
Perdona mi sinceridad,
transcribo aquí en este preciso instante,
lo que antes, no pude decir,
morena de ensueños,
divinidad natural,
terrestre y elocuente.
No es tu exterior
ni siquiera el premio a tu belleza,
es lo que trasmites
y haces que eso sea así,
lo conjugas perfecto,
desde el yo, hasta ellos.
Que bueno encontrarte,
saber que sigues siendo
más y hermosa,
favor que le haces
a la naturaleza humana y salvaje,
eres ejemplo a seguir
no por tu exterior,
es por lo que trasmites
y haces que sea así:
Hermosa, divina, sonriente,
inspiradora, amante de la buena vida,
de los sueños logrados y siempre imaginados.
No puedo dejar de observarte,
y ver como logras tanta perfección,
entre tu rostro, una sonrisa y tu manera de ser,
algo imposible de ver.
Sigue así,
no dejes de ser por años luz, la misma,
no igual a nadie, irrepetible mujer
que aloca los sentidos del ayer, hoy y siempre,
mujer que a mi mente enloquece.
HELIOS MAR
