30.10.12

EN EL SANTUARIO | poema relato

Al barrio que me vió crecer en Barranquilla | Colombia | Octubre 28 de  2012  -  Hora: 2:30 p.m.


Y mis recuerdos se inundan de inmensa melancolía
por pasajes y retratos que en cada imágen 
has dejado plasmado en mi andariego existir.

Eres de esos barrios mágicos
llenos de mucha gente hermosa, sublime, luchadora
que a pesar de los desvanes
siempre relucen su envidiable sonrisa, 
nunca la desaparecen,
todo lo hacen y les sale 
de aquella fuerza sobrenatural
que merecen personajes 
como ustedes y como yo,
como cual orgulloso barranquillero santuareño.

A mucho honor 
y sin titubear así lo expreso,
así lo siento, 
desde lo más recóndito de mi ser, 
mis alegrías, mis esperanzas,
de ustedes aprendí mucho en la vida,
de ustedes mi gente santuareña 
aprendí a vivir y ser lo que soy.

               Me acuerdo y creo que ustedes también
                                  de esas bellas almas benditas
que han quedado escritas 
en emblemático paraje
                          en cada una de nuestras familias,
como olvidar entre muchas a las familias Fundadoras, los Osorio con el señor Toño y la señora Bertha, entre ellos a su amada hija Ingrid y sus hermanos, la familia Cáceres, con la señora Olga y el señor Campo, entre ellos Olguita, Campito y demás hermanos, al lado la familia Carbonel, entre ellos mi amigo “El Batuta” o Alex, sus primos Erick y Nandito o Armandito, la familia de mi primera Escuela, la familia de nuestra siempre recordada Cande o Candelaria, entre ellos el Chino y Farid, beisbolistas los dos, la familia del viejo amigo Johnny, entre ellos la señora Alicia, Luz y demás hermanos, la familia de Petra Castro y la señora María, entre ellos su hijo “Ñeco”, sus sobrinos Beto  o Alberto, Jimmy, Heytor o Héctor, a su padre ahora en Sabanagrande, los cuales han dado ejemplo de lucha con sus inicios de rebusques y ventas  de "guarapo y rosquitas de queso" en el mercado y los buses, ahora continúan como gente trabajadora y en pie de lucha.

Seguimos con la familia Rincón, bien numerosa y entres quienes se encuentran El Flaco, Javier, Denis, Fanny, Nancy, Arsenia Rosa, Jonathan,  La señora Arsenia, líder de la manada y quien se mantuviera como una mujer trabajadora e incansable hasta el último día de vida, diagonal se encontraba la familia vecina, nativos de tierras santandereanas bien llamada Familia Chávez Díaz con la señora Úrsula y el señor Julio, entre ellos sus hijos Julio, Aidé, Betty, John Jairo, Yaneth y mi amigo Roger “El Pato”, al lado mi familia, en la Tienda Los 6 Hermanos con mis abuelos Lilia “Yiyo”, Alfonso “Foncho”, mis tíos y madre: “El Pupi”, “Tito”, “Dary”, “Pepe”, “Regi” y “Ceci”, entre muchas otras hermosas familias y personajes  como lo son: Las Hermanas Panssas, entre ellas Yenni, María Isabel y Maku, la familia Silvera Mendoza con la Señora Blanca y el señor Toño, entre ellos mi mejor amiga Yudy, Angélica o “La Gorda”,  su hermana Leslie entre otros, muy cerca la familia RODRIGUEZ BLANCO con Leonel o “El Chicha”, Patricia, Irene, Omar, la familia de Felo o Felipe quien se encuentra en EU, también están y de los que me puedo recordar como lo son: William Vizcaíno, amigo de la familia e hijo adoptivo de mi abuela Yiyo, la señora Mery, comadre de Regí y quien siempre nos visita en casa para sus cumpleaños, mi amiga Claudia Noguera, su mami Rosalba Pérez Martelo, la señora Vilma, El Toño, El Conse, Chingui, Mañe, Rafa, los Consuegras, El Mono, El Gato, El Chipi, El Buso, Dorían Díaz el actor de Cine y Televisión, los de la cola del patio, la Señora Aide Llerena y sus hermosas hijas Julieth y Ruby, Heydi, Mildred, el Mello, Griselda, Juancho Manga, Moises, seguidamente la señora Vilma y sus hijos, la Familia Giacometto con Mirna y sus hermanos, mi amigo Daniel y su hermosa familia con la señora Elida y su esposo Daniel, El Gary, El Chinito Juan, El señor Jesús el del sombrero vueltiao, también cantante y sus hermosas hijas, La familia Rua, La señora Ana Arroyo,  El viejo Aguado y su bicicleta, El Checha y Chechita,  El Ovejo que nunca se pone viejo, parece un niño todavía, El Fotógrafo que tomo la que aparece en este escrito, La tienda el Jinete, Samper y su Peluquería, El Primo Ramón y su hermosa esposa, el Chavo, la Chofi, La Familia del Cuarto Bate, la señora Petra que ponía la inyecciones y su familia con Néstor, su mamá y sus hermanas, la familia Gil Coronado entre ellos mi amigo y hermano Edwin, la señora Iris, el señor Eliecer, Karina, Berena, Candelaria, Giovady, entre muchos otros que espero disculpen el paso de mi memoria,
todos ellos que estuvieron allí en mi crecer,
que hicieron parte de mi vivir, 
de cada instante, de cada momento
día a día compartido, diría yo, muy bien vivido.

Recuerdo siempre fechas especiales como lo fueran los carnavales con el Beto, Jimmy, Héctor, Roger, El Chicha, de disfraces y ganando algo de dinero entre las fronteras de Carrizal, las Américas, Sierrita, Kennedy, Victoria, Alboraya, La Magdalena, Las Palmas, Buenos Aires, Cevillar, La Unión  y hasta donde las piernas aguantarán, recuerdo nuestra Verbena titulada “LOS PITUFOS” con el baile de la noche donde Roger Chávez los hacía con canciones de Michael Jackson, que show de risas, el último día de fiestas con Agua y barro donde tocaba subir al techo para poder bañar a la familia Chávez, era un solo desorden de felicidad, asimismo recuerdo el día de brujas y la recogida de dulces, los tantos matrimonios, cumpleaños, grados, reinados, el Equipo de Fútbol del señor Fidel llamado “El Real Santuario” donde el Chicha y el Nene eran derroches de goles y alegrías, 
el señor Alfredo Vanegas y su hijo Habid con sus hermosas carrozas que adornaban los Carnavales de Barranquilla,
qué decir de esas épocas navideñas con bombillos de colores y cadenetas en las calles, pintando los bordillos y adornos en los postes y paredes,
donde los colores resaltaban sus casas y la alegría y música los corazones santuareños,
las madrugadas los 8 de diciembre con los farolitos y la pólvora que no dejaba de sonar acompañados de un buen chocolate caliente y un par de sándwich, al lado Úrsula con su sabroso peto caliente, dialogando con vecinos y familiares, nadie dejaba de salir.

Sin contar la llegada del niño Dios entre el 24 y 25 de diciembre donde  siempre se invaden las calles de bicicletas, balones, juguetes, patines, y ni que pensar del tan esperado 31 de diciembre
donde en las mañanas me despertaban llevando pantalones y camisas usadas para hacer el tan anhelado y esperado “Muñeco Viejo”, que durante años lo quemábamos en la mitad de la cuadra en la calle 51B con Carrera 8.

Recuerdos aquellos 
que siempre estarán allí,
impregnados en mi existir, 
el tuyo, el nuestro,
por ser como somos, 
un mundo de gente bella y memorable,
como esos pasajes vividos 
en mi adorado y siempre recordado
Barrio El Santuario de  Barranquilla
donde te invito 
a que te impregnes mucho de ser gente 
y vivir para siempre.


HELIOS  MAR 


Roger Chávez "el pato" Erick, Helios "el nene" cargando a "ñeco" Nandito, Jimmy, Rina, Yaneth Chávez, Héctor Castro con el balón inflable entre otros en Casa de Petra Castro.


25.10.12

BOGOTÁ, BOGOTÁ, BOGOTÁ | poema romance | Helios Mar



Con el sol de los venados en Bogotá, D.C. | Colombia | Octubre 21 de  2012  |  Hora: 6:00 p.m | A mi amada y romántica Bogotá, Bogotá, Bogotá, desde el 1103 Edificio Andes. 


Esa llegada que aterriza
en verdes y claros pastizales
que te invaden en esta hermosa Sabana
bien llamada Bogotá.

Se escuchan conversaciones de forasteros
que traban sus lenguas en elocuente castellano cachacal,
de aquellos forasteros que se atreven a compararte con La Normandía en Francia,
que los devuelve en el tiempo y les traes recuerdos de sus natales orígenes.

Eres de esas ciudades capitales que enamoran
y atraen  por su medio ambiente verde,
que respira eucaliptos,
pinos y césped bien podados.

La nevera fría siempre te han apodado
la verdad, prefiero sentirte a la primera impresión
como cual aire central que guarda en su extensa Sabana acentos mil,
entre nativos y extranjeros que al llegar sienten el único riesgo,
y es el de poder conocerte y no salir de aquí,
quedar  atrapados por tu aroma, buen vestir, cachetuda, clasuda, y bien llamada Bogotá.

¡Ala mi chino! ¡su merce! ¡bien gracias!,
¡me podrías hacer el favor! ¡disculpe! ¡perdón!
son algunas de esas palabras y frases que hacen sonora a esta mi ciudad,
la tuya, la nuestra, cuando llegas por vivir, pasear, trabajar, triunfar,
estar un rato o por siempre en mi amada Bogotá, Bogotá, Bogotá…


HELIOS  MAR