25.9.11

DE ESAS MUJERES QUE HAN DEJADO DE EXISTIR


A Margarita R. – Bogotá, D.C. 24 de Septiembre de 2011

Hora: 11:35 p.m.


Eres de esas mujeres que han dejado de existir

de aquellas que solo se ven en esas bellas noches

donde el firmamento se despeja perplejo y nítido,

de esas millares de luces resplandecientes

que encandilan mi vida

que la hacen ver significativa, alegre, interesante;

que invitan a seguir viviendo, a seguir despierto

y a pedirte que me acompañes en mi viaje,

ese mismo que se convertirá en el tuyo.


Solo ven y acéptame llevarte de la mano a mi paraje favorito

a este puerto maderable y admirable que nos verá partir

y zarpar en un gran barco, velero o canoa,

ese mismo que albergará nuestras vidas,

nuestros sueños, pasiones, deseos, malabares, retoños vivos y humanos,

preciosos deseos que llenarán espacios vacios por el tiempo,

necesarios para alargar tu y mi existencia.


Verás lo maravilloso que se ha de portar el mar con nosotros,

nos balanceara y arrullará como tal melodía salida del oleaje nocturno

de ese mar de las risas que te he invitado a escuchar,

si, ese mismo cantar que orquesta nuestros sentidos,

invitándonos al dulce placer de querer ser pareja,

prometidos, o tal vez: marido y mujer.


Eres de esas mujeres que han dejado de existir

que inspiran apartes de la vida enmarcados en una cultura,

tradición o un porque si, o un: Así debe ser;

de verdad, verdad, quisiera hacerlo contigo, y aunque se me trabe el alma,

la lengua o no pueda mojar la palabra,

de verdad, verdad, quisiera hacerlo contigo,

ayúdame un poco, ¡dale, hazlo!,

ayúdame un poco, mujer hermosa y admirable

que has despertado en mi

esa fuerza inexplicable que me ha atrevido a preguntarte:

¿Quisieras estar conmigo hasta el resto de mis días?,

juntos, compartiendo, admirándote,

atados de la mano de un lado para el otro,

consintiéndonos, de vez en cuando algo cansados,

nuevamente queriéndonos ver,

jugar a ser novios, amantes o padres tal vez,

mujer hermosa y admirable

eres de esas que han dejado de existir,

aceptas o no estar aquí, juntos en un amar y vivir,

solo porque eres de esas mujeres que han dejado de existir...


HELIOS MAR