EROS en concierto.
“La música hace de los momentos, recuerdos inolvidables" ... Helios Mar
Escuchando en voz alta
las canciones del Dios del amor,
dando paso lento
a las páginas de mi álbum de los recuerdos,
me detengo en el más significativos de mis sueños,
cual real por su radiante espejismo
del desierto refrescante y fértil,
donde no existen
¡ni arenas movedizas!
¡ni cactus espinosos!
pero venenosos,
las canciones del Dios del amor,
dando paso lento
a las páginas de mi álbum de los recuerdos,
me detengo en el más significativos de mis sueños,
cual real por su radiante espejismo
del desierto refrescante y fértil,
donde no existen
¡ni arenas movedizas!
¡ni cactus espinosos!
pero venenosos,
sino los has de comer.
Es algo inesperado
ser el príncipe sapo azul de una doncella,
que al caminar rumbo a su altar,
se sienta en una silla de piedra ardiente
por ese sol tan incandescente
de las cuevas más incógnitas de la faz
y el cielo más azul y estrellado
que siempre te has imaginado
pero que nunca has explorado
por falta de ese amor
que más que nadie en este “universo de dos”
Es algo inesperado
ser el príncipe sapo azul de una doncella,
que al caminar rumbo a su altar,
se sienta en una silla de piedra ardiente
por ese sol tan incandescente
de las cuevas más incógnitas de la faz
y el cielo más azul y estrellado
que siempre te has imaginado
pero que nunca has explorado
por falta de ese amor
que más que nadie en este “universo de dos”
te he implorado con lágrimas del silencio
y lluvia que fertiliza
y refresca en lo impredecible
este desierto amor verdadero...
Helios Mar
y lluvia que fertiliza
y refresca en lo impredecible
este desierto amor verdadero...
Helios Mar
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